La nueva muerte del mito

Una nueva biografía sobre Vincent Van Goth podría cambiar la visión del artista.

Van Goth es estudiado en las facultades de Historia del Arte y admirado por miles de personas como modelo del artista contemporáneo. El cliché del artista contemporáneo marca que éste tenga una vida corta y agitada, llena de acción, pa´sión y excesos, y una muerte dramática que creen una leyenda.

El artista holandés cumple con el cliché a la pecfacción: una vida marcada por su pasión por la religión y por el arte, con episodios de enajenación mental que le llevaron incluso a cortarse una oreja y que terminó con un suicidio. Una imagen romántica que podría no ser real según una biografía a punto de publicarse sobre el genial pintor holandés.

Según la obra de los holandeses Steven Naifeh y Gregory White Smith (Van Goth: la vida) el artista no se suicidó sino que fue víctima de una bala perdida de un revólver, que nunca se encontró, con el que jugaban unos adolescentes. Al perecer el pintor, para evitar que juzgaran a los jóvenes por homicio imprudente, relató a las autoridades que se había disparado él mismo.

Los escritores se han basado para sus conclusiones en varias cartas, Van Goth escribía constantemente, que aún no han sido publicadas. El Museo Van Goth de Amsterdam, donde se conserva la colección más importante de su obra y desde donde se dirigen los principales estudios de su figura, toma con cautela los resultados del libro. En cualquier caso, de probarse, se daría un vuelco a la muerte romántica del pintor, que no habría perdido la vida suicidándose por sus problemas personales sino simplemente por un accidente.