Otra de robos: La Gioconda, Picasso y su banda.
La
Gioconda ha sido protagonista de este blog en otras ocasiones (le salen
hermanas y primas cada cierto tiempo), y no porque al que escribe le guste
especialmente la obra, sino porque genera más noticias que Isabel Pantoja, con
la que por cierto le encuentro
cierto parecido por eso de que nunca se sabe si
sonríe.
El hecho
es que se acaba de estrenar La Banda Picasso, una película española de Fernando
Colomo inspirada en el que quizás sea el robo más conocido de la historia del
arte, el de la Gioconda en 1911. Ese año, la popular obra de Leonardo da Vinci
desaparece del Louvre y Picasso y sus amigos son detenidos como sospechosos del
robo. La Gioconda es una pintura que para muchos está sobrevalorada, es un
pequeño retrato femenino que se hizo tremendamente popular en todo el mundo
sobre todo a raíz de este robo seguido entonces por toda la prensa mundial.
Las
medidas de seguridad eran muy diferentes a las actuales. Hoy, para ver la
Gioconda, después de recorrer una sala enorme y sortear a unos docientos o trescientos japoneses, la encuentras muy
separada del espectador, tras una mampara de seguridad antibalas y acompañada
de vigilantes, pero en 1911 estaba al alcance de cualquier ladrón. Y así fue,
un ladrón disfrazado de empleado del museo, descolgó el cuadro, lo sacó del
marco, lo enrolló y se lo llevó como quien se lleva un poster de recuerdo.
Tuvieron que pasar varias horas para que alguien se diera cuanta de lo que
había sucedido y se iniciara una investigación que duró varios años y
en la que
se vieron implicados Picasso y algunos de sus amigos.
Fotografía de la sala del Louvre después del Robo |
El hecho
es que la policía no tenía ni idea de quién pudo haber perpetrado el robo así
que decidió investigar a cualquiera que tuviera una mínima relación con el
mismo. El poeta y amigo de Picasso
Guillaume Apollinaire fue el primero en ser detenido porque en alguna ocasión
había dicho que habría que acabar con el arte tradicional y quemar el
Louvre…son los inconvenientes de ir de modernos y bohemios (hypsters o
perroflautas los llamaríamos hoy). Apollinarie, que además de amigo era un poco
chivato, implicó a Picasso en otro robo. Al parecer unos años antes, un ladrón
habría robado unas piezas de arte ibérico del museo y se las habría vendido a
Picasso. Esas pìezas podrían haber sido motivo de inspiración para la primera
gran obra de Picasso, Las Señoritas de Avignon. Por supuesto Picasso también
fue detenido por la policia, que finalmente descartó que tuvieran relación con
el robo de la Gioconda.
Las Señoritas de Avignon |
¿Qué
donde estaba el cuadro? Pues no se supo lo que había pasado hasta mucho
después. Fue obra de un argentino, Eduardo Valfierno y un carpintero italiano,
vincenzo Perugia, que había trabajado en el Louvre. Éste fue quien robó el
cuadro vestido con su antiguo uniforme y lo entregó a Valfierno que intentó
vender la obra. Como era un timador con muy mala idea, se le ocurrió que no
había necesidad de deshacerse del original, y vendió cinco falsificaciones a
cinco compradores diferentes, mientras la auténtica seguía en manos del
carpintero. Las falsificaciones fueron realizadas por el pintor Yves Chaudron (de los falsificadores nos
dedicaremos en otra entrada, que también dan mucho juego). El asunto se destapó
cuando el carpintero intentó vender la pintura original al director de la
Galeria de los Uffizi de Florencia, que evidentemente avisó a la policia.
Resultado final: Perugia pasó varios años en la cárcel mientras que el timador
argentino, el cabecilla de la trama queda más profesinal, escapó y sólo reveló su participación a un
periodista americano muchos años después. La obra original fue devuelta al
museo y se convirtió desde entonces en su pieza estrella, a no ser que
realmente no sea la original sino una de las falsificaciones (ahí dejo eso).
Moraleja…
bueno, en realidad la historia está llena de moralejas: no intentes vender un
cuadro robado de un museo famoso al director de otro museo, para eso está el
mercado negro; ten ciudado a la hora de buscar socios; asegúrate de que lo que
compras es auténtico, etc. Etc. Pero el mensaje más importante del cuento es:
si
realmente no quieres que nadie se entere de algo, no lo cuentes.
Muy interesante! Cuando vi el trailer de la película en el cine no me pude creer que era el auténtico Picasso.
ResponderEliminarParece que tiene buena propaganda la película con la Gioconda y Picasso de reclamo.
ResponderEliminar¿Se robó arte en España cuando la guerra civil?...
Picasso da para mucho Manuel.
ResponderEliminarSí Matias, se robó durante la guerra civil, pero en realidad no hacía demasiada falta, porque ya nos encargábamos nosotros de vender nuestro patrimonio por cuatro duros. En EE.UU. hay iglesias enteras compradas en nuestro país y montadas y desmontadas como un puzzle.